martes, 27 de enero de 2009

RELATO 35: "TERNERILLO"

Buenos días, amigos del murciélago.

Hoy vuelvo con un relato muy muy breve, pero que espero os toque la fibra.
El relato en cuestión pertenece a mi serie de micro-relatos: “la culpa en breve”. Y, no podía ser de otro modo, el tema es LA CULPA.
Según el diccionario de Real Academia de la lengua, una de las acepciones de culpa es: “acción u omisión que provoca un sentimiento de responsabilidad por un daño causado”.

Sin embargo, un diccionario es sólo eso, un diccionario; una herramienta que sólo ofrece un guía para que identifiquemos y registremos en nuestro disco duro (ése que tenemos dentro del cráneo) lo que una palabra significa. Pero una palabra, una sola palabra, implica mucho más que un simple significado. En ése sentido ningún diccionario estará jamás completo. Y de todas esas posibles implicaciones, de todos esos significados jamás escritos, es de lo que se nutren los cuentos. Y también, porqué no decirlo, de lo que se nutren nuestras almas.

Pongamos LA CULPA en el candelero. Existen acepciones jurídicas, que implican la comisión de un delito, pero que no implican sentimiento alguno por parte del culpable. Existen acepciones psicológicas, pero suelen asociarse a las consecuencias de un determinado acto, y quizás esas consecuencias aún no se han hecho palpables y en cambio la culpa sí.
Sea como fuere, LA CULPA supone el rasero moral por el que se mide el ser humano. Determina la clase de persona que eres. Demasiada culpa en tu interior y serás un pusilánime, incapaz de afrontar los problemas; una oveja dócil y asustada. Demasiada falta de culpa implica una equivalente falta de moral, serás un cabrón que hace y dice lo que le viene en gana, sin miedo a pisar o humillar al prójimo; un lobo, un depredador.
Como siempre, la catadura moral de una persona es un conjunto de blancos y negros, y la combinación perfecta no existe. Que cada cual mire dentro de sí y decida qué es y en qué quiere convertirse.

Todo este análisis, bastante simplista, es lo que sobre la barra de un bar suele llamarse “filosofía barata”. Sin embargo, tened en cuenta que la filosofía “sesuda” no es más que una exageración de nuestra amada “filosofía barata”, que normalmente se sustenta sobre el sentido común de las personas. Así que, si un día estáis tomando una cerveza y os topáis con uno de esos “filósofos” de barra, no lo desdeñéis. Escuchadle y sacad vuestras propias conclusiones. Puede que esté contando la mayor chorrada del mundo, o puede que os abra los ojos. Lo que sí es seguro es que, si sois aprendices de escritor, habréis dado con un personaje interesante.

En cuanto a LA CULPA, como ya insinué, se encuentra en grandes dosis en las mejores historias jamás escritas. Porque la culpa es parte esencial del ser humano, y la literatura habla sobre eso, sobre la esencia del ser humano.

Así pues, si queréis escribir sobre ello, analizaos. Buscad la culpa (o la falta de ella) en vuestros recuerdos ; o bien pensad en nuevas situaciones, en como reaccionaria vuestro personaje o vosotros mismos. Y escribid. Aunque duela. Porque escribiendo lograréis quitaros la venda de los ojos, lograréis ver, sin subterfugios ni engaños, la clase de persona que sois. Y eso no tendrá nada que ver con que lo que escribáis sea positivo o negativo. Hacedlo y punto.

Y si no escribís, analizaos igual. Conocerse es la única forma de ser honesto con uno mismo y con todos los demás.

Ahora me dejo de “filosofías baratas” y os dejo con el cuento. Éste quiero dedicarlo (lo prometido es deuda) a los amigos PERSIS (Desde el rincón de la araña) y GAB (Ayutla en su niebla), por perder el tiempo con las chorradas de este murciélago. Gracias por leerme, chicos, y por haber hecho los deberes.
A los demás, como siempre, os pido colaboración. En concreto, dos cosas:

1. Si os gusta la lectura, enviad el relato por mail a todos vuestros amigos. Este murciélago está hambriento de nuevos lectores.

2. Dejad vuestro comentarios sobre el relato en cuestión, o compartid vuestra sabiduría y vuestra “filosofía barata” sobre el tema que hemos abordado.

Y ahora sí, por fin, ahí va eso:


TERNERILLO



"Una vez en el metro, se puso a mi lado un chico retardado. Me miró un momento con aquellos ojos de ternerillo y me dedicó una sonrisa beatífica. Al pasar del último túnel y entrar en la estación se me hizo evidente que íbamos a bajar en la misma parada.
Cuando llegamos accioné la palanca para salir, pero el destino quiso que mis puertas fueran las únicas de todo el vagón que no se abrieran. El pobre chico, al ver mi fracaso, se revolvió inquieto. Probé un par de veces más, con prisa, mientras veía entrar y salir pasajeros por las otras puertas. Sonó el pitido. Me puse nervioso y corrí a la más cercana.
Yo escapé justo a tiempo, pero mi compañero de viaje no lo logró. Seguía plantado en el mismo sitio, sacudiendo desesperadamente aquella inútil palanca y manoteando contra la ventana.
-¡Puerta, puerta!- me gritó.
Le vi alejarse con la mirada confusa, sin comprender por qué yo sí y el no".



DESCARGA EL RELATO EN PDF CLIKANDO AQUÍ:


TERNERILLO



Volved pronto. Seguiremos estudiando esto de LA CULPA en los siguientes relatos. Porque ya sabréis que aquí os espera…

¡UN CUENTO A LA SEMANA!

martes, 20 de enero de 2009

RELATO 34: "TAXISTAS, DETECTIVES..."

Buenos días, amigos del murciélago.


Hoy me dejo de penas y de vergüenzas y vuelvo a mi papel de juglar. Los juglares son necesarios, incluso cuando la vida se desmaña y pasa de ser simplemente aburrida a ser una auténtica pesadilla. Es más, en esos momentos el juglar tiene mayor importancia, porque es el que transmite y el que consigue que la gente sepa, que la gente recuerde; o que la gente se evada u olvide por un momento las penas, y puedan seguir adelante con sus maltrechas vidas sin que la locura se apodere de ellas.

Si no fuera por tantos y tantos juglares que me han alegrado la vida, o que me han hecho reflexionar sobre ella… no sé qué sería de esta pequeña rata voladora.


El cuento que hoy os traigo es un pequeño homenaje que quise hacer a las figuras de Sancho y Quijote. La verdad es que es la primera vez que lo declaro, a pesar de que muchos ya lo han leído. Nadie comentó nunca nada al respecto, así que me toca hacerlo a mí. Por supuesto, es un “homenaje”, con lo cual he construido dos personajes con mi propio estilo, que se mezclan en una situación muy determinada.


Dos cosas que quería comentar sobre este relato:


Primero: El tema. Es importante establecerlo desde el primer momento. Muchas veces no se decide de forma premeditada, sale sólo. El objetivo es que, a medida que vayamos recorriendo millas escribiendo cuentos, las elecciones inconscientes pasen a ser conscientes. Es decir; saber de qué queremos hablar. En este caso abordo el tema de los sueños infantiles frente a una vida desaprovechada.


Y segundo: destacar la importancia de la estructura narrativa. Hay muchos estilos y formas que se pueden seguir. Normalmente uno las sigue por instinto narrativo (igual que se elige el tema), y solemos tender a lo sencillo (que suele ser lo que al final funciona mejor). Pero no está de más que los aprendices de juglar que lean estas líneas practiquen un poco sobre ello.

A los que hayan leído “Rayuela”, de julio Cortázar, les sonará el asunto; o “cien años de soledad”, de García Márquez ; o, por poner un ejemplo más actual, el “Nocilla Dream” de Agustín Fernández Mallo (que practica lo que él llama “novela fragmentada”, de la que ya hablaremos otro día); o tantas y tantas obras tan y tan diferentes. A lo mejor no habéis pensado mucho sobre ello, pero seguro que lo habréis percibido. Siempre hay una estructura. Incluso la aparente falta de ella es una estructura en sí misma, producto, generalmente, de una decisión muy estudiada.


Pues bien, sin ánimo de compararme con ninguno de esos grandes escritores, aquí tenéis mi relato. Escrito con la intención de seguir una pauta narrativa muy concreta (sin dejar de ser sencilla). Simplemente tenéis que pensar en la trama como en un diagrama. ¿Qué forma tiene? Me pongo como ejemplo sencillo para que extrapoléis todo esto a otros trabajos que leáis.

Al que lo acierte (creedme, es muy sencillo), le dedicaré mi próximo relato.

Y me dejo de monsergas, que aquí vamos a lo que vamos:





TAXISTAS, DETECTIVES, ESPÍAS, ESCUDEROS... Y HOMBRES CON MALETÍN



Fotografía propiedad del murciélago rojo.


"El señor Jenofonte lleva esperando un rato cuando ve salir al hombre del maletín. Corte de pelo, traje y corbata baratos. Pero el maletín, el maletín es lo importante. El hombre saca una llave del bolsillo y bip,bip, entra en el coche.

El bulto de la cartera dentro de su americana serena al señor Jenofonte, que levanta un brazo seco y duro, como la rama de un árbol viejo, y para con premura un taxi.

Al taxista González le relaja el balanceo del ambientador de pino. Se sabe que es de pino por la forma, no por el olor, que se perdió hace tiempo con tanta ida y venida. Dentro del coche flota todavía el perfume pesado de la señora maqueada que acaba de dejar en la esquina de Urgell con Mallorca. Pasa por delante de la escuela industrial, lamentándose de lo que pudo ser y no fue, y divisa allá delante el brazo flaco del señor Jenofonte, tieso e ineludible como el saludo de un fascista.

-¿A dónde?- pregunta González. Tiene la voz cansada de tantas veces que ha repetido las mismas palabras.

-Siga a ése coche [...]"




DESCARGA EL RELATO COMPLETO CLICKANDO AQUÍ:



TAXISTAS, DETECTIVES...




Si os ha gustado, enviadlo a un amigo, por favor. A ver si la lista de “seguidores del murciélago” crece, o por lo menos gano algún lector.

Os lo agradeceré eternamente… o al menos hasta que termine en la fosa.


Volved pronto. Yo aquí estaré, con…


¡UN CUENTO A LA SEMANA!

viernes, 16 de enero de 2009

EXTRA: DESTAPANDO VERGÜENZAS

Buenos días, amigos del murciélago.

Yo no suelo hacer esto. Este Blog está dedicado en píxel y alma al mundo del relato.
Pero uno, a pesar de toda la broma y el cachondeo, además de ser un murciélago también es una persona. Así que esta será la excepción que confirma la regla.

Este post está dedicado a las vergüenzas de la guerra. No hay cuento esta vez,(AL MENOS NO MÍO), solo realidad. Bloqueando he encontrado esto, que me ha conmovido, y creo que merece la pena compartirlo:

En primer lugar os dejo un link a la página de Azucar y Sal, cuyo Blogger ha pedido que se difunda el discurso de GERVASIO SÁNCHEZ, fotoperiodista premiado con el Premio Ortega y Gasset en la categoría de PERIODISMO GRÁFICO. Copio el discurso directamente:


DISCURSO DE GERVASIO SÁNCHEZ



"Estimados miembros del jurado, señoras y señores: Es para mí un gran honor recibir el Premio Ortega y Gasset de Fotografía convocado por El País, diario donde publiqué mis fotos iniciáticas de América Latina en la década de los ochenta y mis mejores trabajos realizados en diferentes conflictos del mundo durante la década de los noventa, muy especialmente las fotografías que tomé durante el cerco de Sarajevo. …. Quiero dar las gracias a los responsables de Heraldo de Aragón, del Magazine de La Vanguardia y la Cadena Ser por respetar siempre mi trabajo como periodista y permitir que los protagonistas de mis historias, tantas veces seres humanos extraviados en los desaguaderos de la historia, tengan un espacio donde llorar y gritar. No quiero olvidar a las organizaciones humanitarias Intermon Oxfam, Manos Unidas y Médicos Sin Fronteras, la compañía DKV SEGUROS y a mi editor Leopoldo Blume por apoyarme sin fisuras en los últimos doce años y permitir que el proyecto Vidas Minadas al que pertenece la fotografía premiada tenga vida propia y un largo recorrido que puede durar décadas. Señoras y señores, aunque sólo tengo un hijo natural, Diego Sánchez, puedo decir que como Martín Luther King, el gran soñador afroamericano asesinado hace 40 años, también tengo otros cuatro hijos víctimas de las minas antipersonas: la mozambiqueña Sofia Elface Fumo, a la que ustedes han conocido junto a su hija Alia en la imagen premiada, que concentra todo el dolor de las víctimas, pero también la belleza de la vida y, sobre todo, la incansable lucha por la supervivencia y la dignidad de las víctimas, el camboyano Sokheurm Man, el bosnio Adis Smajic y la pequeña colombiana Mónica Paola Ojeda, que se quedó ciega tras ser víctima de una explosión a los ocho años. Sí, son mis cuatro hijos adoptivos a los que he visto al borde de la muerte, he visto llorar, gritar de dolor, crecer, enamorarse, tener hijos, llegar a la universidad. Les aseguro que no hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad. Es verdad que la guerra funde nuestras mentes y nos roba los sueños, como se dice en la película Cuentos de la luna pálida de Kenji Mizoguchi. Es verdad que las armas que circulan por los campos de batalla suelen fabricarse en países desarrollados como el nuestro, que fue un gran exportador de minas en el pasado y que hoy dedica muy poco esfuerzo a la ayuda a las víctimas de la minas y al desminado. Sofía y Alia Es verdad que todos los gobiernos españoles desde el inicio de la transición encabezados por los presidentes Adolfo Suarez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero permitieron y permiten las ventas de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas. Es verdad que en la anterior legislatura se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabriquemos cuatro tipos distintos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas. Es verdad que me siento escandalizado cada vez que me topo con armas españolas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo y que me avergüenzo de mis representantes políticos. Pero como Martin Luther King me quiero negar a creer que el banco de la justicia está en quiebra, y como él, yo también tengo un sueño: que, por fin, un presidente de un gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte. Muchas gracias”.


En segundo lugar os dejo un link para que veáis un video impresionante sobre el conflicto en la franja de Gaza, cortesía de Anna Raven en THE SHEFFIELD EXPERIENCE:





Y finalmente, mencionar el interesante debate generado en PELÍNKANOS DESHIDRATADOS, sobre el mismo tema, y el microrelato "Palestina me duele" en Deprisa.

Gracias a todos los Bloggers implicados, y a todos esos a los que aún no he leído, por poner las cartas sobre la mesa y hablar sin tapujos de tantas y tantas vergüenzas.

Podéis opinar y dejar vuestros comentarios.

martes, 13 de enero de 2009

RELATO 33: "GENERACIONES"

Buenas tardes, amigos del murciélago.

Antes de nada, dar las gracias a todos los que se han molestado en dejarme sus mensajes durante el 2008 y la pequeña parte del 2009 que llevamos. Uno escribe, y puede comprobar las visitas que hace la gente en el Blog, pero si no opináis… bueno, si no opináis no tiene tanta gracia.

Me gustaría que la literatura generara más debate, que estos pequeños cuentos que os ofrezco, unos meramente lúdicos, otros con más miga, todos con la mala leche de vuestro murciélago rojo, os dieran que pensar. Durante un ratito, al menos. Así que no tengáis vergüenza en expresar vuestras impresiones. No se trata tanto de hacer una crítica literaria como de hacer un pequeño ejercicio de exploración del alma humana.

Buf, ya me pongo pesado, no lo puedo evitar.

Pero, como decía, quisiera seguir con el debate que se generó en los comentarios de mi último cuento “NOCHE DE REYES”. Así que ahí va otro relatito breve para que nos explayemos un poco con el tema “padres e hijos”.

¿Es la influencia de los padres lo que convierte al hijo en lo que es ahora? ¿Somos iguales que nuestros padres a pesar de llevarles constantemente la contraria? O lo que es lo mismo, ¿nuestra personalidad y nuestros actos son consecuencia de la educación recibida o responden a nuestra propia naturaleza? ¿Existe realmente esa naturaleza propia, ese instinto, ese programa personal e intransferible, o viene condicionada por todo lo vivido? ¿Podemos cambiar, podemos llegar a la lucidez? ¿Estoy divagando como un filósofo borracho de anís?

En fin, tantas preguntas por responder y tantas contradicciones. Lo que interesa en sí es la visión de cada uno de vosotros. Eso es lo que busco.

Y ahora, sin más dilación, el cuento:



GENERACIONES.



"Estaba yo picando mi ticket cuando apareció detrás de mí, con cierta prisa, un tío con pinta de macarrilla que llevaba de la mano a un crío de unos diez años. Aunque no se parecían en nada, uno enseguida se daba cuenta de que eran padre e hijo.

El padre quería que el niño saltara, el hijo, muy digno, se negaba.

Discutieron apresuradamente, intentando no llamar la atención, pero al final, el macarrilla tuvo que pagar los dos billetes.

- Hay que hacer las cosas bien- me dijo el niño, satisfecho, cuando pasó a mi lado.

- Mierda de hijos- me dijo el padre".





DESCARGA EL RELATO CLICKANDO AQUÍ:


GENERACIONES




Espero que os haya gustado. Por favor, descargadlo (ya sabéis cómo) y enviadlo a vuestros amigos a través de mail.

Y si os ha parecido interesante el tema… dejad vuestra opinión. Recordad que no debéis pasar apuro, aquí se respeta a todos por igual (salvo a políticos y obispos).
Las sabias palabras de mi abuela me han ayudado mucho en esta vida. Escuchadlas:

“La vergüenza era verde y se la comió un burro”.

Volved pronto. Este murciélago os esperará en su cueva, con la copita de anís preparada y…

¡UN CUENTO A LA SEMANA!