miércoles, 30 de diciembre de 2015

CUENTO PARA EL FIN DE AÑO: "LA HORA DEL ALMUERZO"

Hola, amigos del murciélago.

Antes de que empiecen la vorágine de los regalos de reyes, permitidme que me anticipe a la fiesta.

Este cuento lo escribí por estas fechas, el año pasado. No lo publiqué aquí porque debía aparecer en la estupenda revista digital "el Bombín cuadrado", pero el bombín decidió cerrar.

No es exactamente un relato navideño, pero creo que podemos acabar el año con él y reflexionar con una sonrisa sobre cómo funciona el mundo. Os dejo a vosotros ese cometido, si creéis que vale la pena.
Espero que lo disfrutéis.

Ah, por primera vez lo cuelgo descargable en PDF y EPUB. Por supuesto gratis, así que pincha aquí:






Aprovecho para recordaros que ya tenéis en preventa NUNCA DIGAS VODKA, NUNCA JAMÁS. Haremos varias presentaciones,  así que os tendré informados.

¡Que disfrutéis la lectura y tengáis buen fin de año!

miércoles, 23 de diciembre de 2015

NUNCA DIGAS VODKA, NUNCA JAMÁS: PREVENTA Y PRESENTACIONES.



Hola, amigos del murciélago.

Pues ya casi tenemos aquí NUNCA DIGAS VODKA, NUNCA JAMÁS, y no hace falta deciros lo ilusionado que estoy por verla en vuestras manos.


http://www.orcinypress.com/novedad-nunca-digas-vodka-nunca-jamas-de-sergi-alvarez/


PRESENTACIONES: Las dos primeras presentaciones las haremos el 22 de enero en la biblioteca Tecla Sala de L’Hospitalet y el 27 de febrero en la librería Contenciós Poscavourià-Papers de Manresa. Allí se vendrán los libros, os echaré una firmita y os llevaréis un regalo. 
No os preocupéis, os lo recordaré antes (menudo soy yo para lo mío).

Pero sé que no todos podréis estar presentes y hemos decidido no poneroslo fácil con las excusas.

Para aquellos que vivan fuera de Barcelona o simplemente no puedan venir a la presentación de la novela, la editorial ya la ha puesto en preventa.

Aquí está toda la información: NOTICIA VODKA

Y aquí el enlace directo para la compra: PREVENTA

Si optáis por la preventa os la lleváis firmadita, con un 5% de descuento, sin gastos de envío y, de regalo os enviaremoss una novelita corta en formato digital, que es una especie de spin-off  de dos personajes de lujo de la novela, Los McGuffin. El libro os llegará en Enero, pero antes de que esté a la venta en las librerías.

Espero de verdad que disfrutéis de la lectura y que os echéis unas buenas risas a mi salud.

¡Buenas fiestas!

miércoles, 21 de octubre de 2015

ROBERT SHECKLEY: CIENCIA FICCIÓN Y HUMOR


¡Alguien debería decidirse a reeditar las antologías de relatos de Robert Sheckley!

Desde que un veterano aficionado me descubriese a Sheckley, ya hace años, he leído y releído sus cuentos una y otra vez, maravillado por su energía, su frescura, su originalidad y valentía narrativa (en muchas ocasiones disfrazada de frivolidad), su ironía y su incomparable ingenio.





Leyendo y releyendo su obra he podido detectar las influencias y ecos que sus cuentos recibieron de otros maestros, y como él mismo influyó en futuros escritores de ciencia ficción.

A Sheckley no le interesaba la ciencia ficción “dura”. No le robaba el sueño la justificación científica de los argumentos, sino la especulación y la anticipación, usando la ficción como  arma para estudiar la naturaleza del hombre y de las sociedades en que vive. En ese sentido estaba más cerca de autores más “sociales” como Bradbury que de maestros como Asimov.

Sin embargo Sheckley practicaba también lo que él mismo llamaba “escapismo”. Es decir, que usaba la ficción como forma de evasión, esperando proporcionar ese placer sencillo y honesto a sus lectores. Precisamente esa forma de trabajar sus cuentos, imaginativa y aparentemente despreocupada en sus temas, acabó dotando a sus relatos de una trascendencia lúcida y llena de ironía. En eso, por seguir con las comparaciones, se parecía mucho a Fredric Brown (otro de mis favoritos), autor contemporáneo suyo, con el que compartía el uso del humor como elemento intrínseco al arte de la narrativa.

Escapismo y humor. Sheckley narra con esa desvergüenza que tienen los grandes contadores de historias. No importa dónde consigue su protagonista una máquina que materializa cualquier objeto imaginado, ni tampoco importa cómo funciona esa máquina. Lo que le interesa a Sheckley, y por extensión acaba interesando al lector, es cómo afecta al personaje, en qué conflicto se ve envuelto a causa de ello, y cómo sale del entuerto a base de ingenio y fuerza de voluntad. ¿Me seguís?

Siguiendo esta línea de razonamiento, si leéis a Sheckley puede suceder cualquier cosa imaginable. Y no me refiero a lo típico que se dice de los buenos autores de ciencia ficción. Con Sheckley “cualquier cosa imaginable” quiere decir CUALQUIER COSA IMAGINABLE. Si no hay necesidad de justificar, tampoco hay límites autoimpuestos. Sólo la imaginación y el talento de un gran narrador que es capaz de llevarte a dónde sea, de cogerte de la mano y lanzarte a los abismos sin que tú preguntes ni rechistes. Y de hacerte reír mientras caes.

Podréis elegir entre viajar en el espacio con el pensamiento, o de forma más tradicional; con una nave estelar. Viajaréis en el tiempo. Traspasaréis el fino velo que separa los infinitos mundos posibles gracias a los efectos de una droga sintética.
Lucharéis por vuestra vida en televisión. Buscaréis la verdad sobre la vida y el amor y, tristes de vosotros, la encontraréis. Huiréis del ser humano, tropezaréis con la utopía social y desesperaréis con sus disparates. Negociaréis con los recursos naturales de un planeta entero.
Conoceréis a Dios (a varios dioses, de hecho) y comprenderéis porqué el mundo está loco, loco, loco. Aunque con Sheckley no se trata sólo del mundo, sino de “los mundos”.
Os pondréis en la piel del alienígena invasor, y también en la de la raza que recibe con los brazos abiertos a los visitantes de las estrellas. El ser humano se convertirá en el extraterrestre que llega, y nuestra cultura y costumbres resultarán aberrantes e incluso criminales para aquellos que ya vivían allí. 

Sheckley explora el malentendido entre culturas a menudo. También el colonialismo, la lucha por la supervivencia universal. Siempre a través de la ironía, con un finísimo humor que nos hace reflexionar.
Y sin descuidar el propósito primero y último de todo relato (y esto no me canso de repetirlo): el entretenimiento.

Su estilo franco y directo, paradójicamente, es rico en sutilezas. Esto hace que su obra siga muy viva en pleno siglo XXI.

Hablando de cómo ha influido en autores posteriores, me limitaré a poner un par de ejemplos, que desde mi punto de vista, son definitorios.

1.   En relatos como “El precio del peligro” o “La séptima víctima”, Sheckley describe un futuro donde se retransmite televisivamente un concurso violento que consiste en cazar o ser cazado. Matar o morir. En “la décima víctima”, desarrolla la idea convirtiendo el tema en una novela corta divertidísima, donde el disparate y la mirada del bufón denuncian y advierten.
Bueno, además de lo obvio que es que anticipara ya en los años 50, los reality shows y la mediocridad moral de una sociedad primermundista cada vez más frívola, el argumento os sonará bastante.
En “The running man”, un joven Richard Backman (alias Stephen King) retoma la idea  convirtiéndola en un thriller futurista terrorífico, que después se llevaría al cine dando lugar a una película bastante mediocre (aunque divertida), protagonizada por Arnold Swarzenegger: “Perseguido”.

2.      En el relato “El Contestador”, un ordenador intergaláctico está programado para responder a todas las preguntas sobre la vida, el universo y todo lo demás (sí, ya podéis ver por dónde van los tiros), y espera la visita de aquellos que harán las preguntas correctas. Sólo que las formas de vidas que lo visitan (entre ellas los humanos), están tan limitadas por el tiempo y el espacio, que no son capaces de plantear las preguntas correctamente, para frustración del gran ordenador.

En la novela breve “Dimensión de milagros”, un hombre corriente y moliente gana la lotería galáctica y es teletransportado al centro del Universo para cobrar el premio. El problema es que, como el universo está en constante movimiento, resulta imposible devolverlo a su tiempo y lugar de procedencia. Así, el protagonista se ve obligado a viajar por el Contínuo, incapaz de volver a su casa y a su vida aburrida y acogedora, llegando a conocer las diferentes facetas de Dios y de la creación del Universo.

Creo que tanto el relato como la delirante novela, tendrían una importante y clara influencia sobre Douglas Adams, que seducido por la visión de Sheckley, escribiría la divertidísima, inefable e imprescindible “Guía del autoestopista galáctico”

Por acabar con los ejemplos e influencias, y sin ánimo de compararme ni de lejos a los maestros, yo mismo me declaro muy influido por el estilo y los puntos de vista de Sheckley, aunque habitualmente no escribo ciencia ficción. 

Y volviendo al tema de la vindicación del autor.
En nuestro país nunca ha sido demasiado conocido, salvo por los fanáticos de la Sci-fi más veteranos. Y aunque hace décadas se publicaron antologías de sus relatos, ahora se encuentran todas descatalogadas y son difíciles de encontrar. Sé que no hace mucho, RBA publicó “Trueque mental” en su línea de ciencia ficción. Lamentablemente esa línea cerró y nos quedamos con las ganas de más. Así que ahora mismo podéis encontrar fácilmente el mencionado “Trueque mental”, mientras que para el resto de la obra de Sheckley, que no es poca, tenéis que recurrir a la segunda mano de Edhasa, Caralt, Noguer o Martínez Roca. Ediciones no faltas de encanto, pero viejísimas y fáciles de deshojar. Yo he conseguido gran parte rebuscando en mercadillos, librerías de segunda mano o librerías especializadas. Podéis encontrarlos a precios varios; yo he pagado por alguno un euro, mientras que por otros he llegado a los nueve (estoy más o menos satisfecho porque, de media, no me habré gastado más de cinco euros por libro). Mi consejo es que, si los veis, id a por ellos pero no paguéis más de cuatro o cinco pavos (a menos que estéis especialmente interesados, claro) por muy nuevos que parezcan: por dentro el papel está viejo y la cola del lomo se despega igual. Si tienen arruga y están baratos no lo dudéis, lo que cuenta es la lectura.

En fín, todo esto supone que las nuevas generaciones de lectores se pierdan la obra de Sheckley o, simplemente, no lo conozcan más que como referencia, cuando, a mi modo de ver, está a la altura de otros grandes maestros del género como los ya mencionados Bradbury, Asimov, o Brown, que sí tienen antologías circulando en la actualidad.

Ya sé que el mundillo editorial está jodido, amigo. Pero si lees esto y eres editor, si por casualidad tienes los derechos, o si éstos están libres y tienes capital, si además la dirección editorial te permite usar ese capital… Si todos esos factores se alinean con las estrellas bajo el signo de acuario, y además te parece bien:

¡Por favor, edita una antología de cuentos de Robert Sheckley para que podamos volver a leerlo en papel sin que las páginas se nos hagan pedazos en las manos! ¡Haz que los nuevos aficionados lo conozcan!

Pero si esto no sucede, si tú, lector, te haces eco de mis palabras y te pica la curiosidad, si quieres degustar una lectura gourmet y no encuentras los libros de Sheckley en los mercadillos de segunda mano, entonces… Entonces te animo a que los busques por internet, los descargues y los disfrutes. Para los descatalogados creo que es una opción perfectamente válida y moralmente lícita, así que no te sientas culpable.

Y es que hay obras que no deberían caer en el olvido.

Esperando completar mis estanterías, os dejo ya.
Que tengáis felices lecturas.





 

lunes, 19 de octubre de 2015

¡EL MURCIÉLAGO Y SU NOVELA!

Hola, amigos del murciélago.

Hace ya tiempo que no nos leemos, y ha tenido un motivo.

el motivo en cuestión me ha costado cerca de dos años de mi vida,  y se titula:


NUNCA DIGAS VODKA, NUNCA JAMÁS



Sí, amigos, se trata de una novela. Y de nuevo acertáis si, por el título, deducís que está empapada de el sentido del humor del murciélago rojo.

Y no escribo este post para deciros que la he terminado, sino para decir que...  ¡LA VOY A PUBLICAR!

Podría extenderme sobre la sinopsis de la novela y haceros un montón de spoilers, pero creo que lo mejor es queos paséis por aquí: NUNCA DIGAS VODKA, NUNCA JAMÁS.

O por aquí: SERGI ÁLVAREZ.
 
¿Quién es respondable de tamaña irresponsabilidad? ¿Cómo se les ha ocurrido tal insensatez?

Bueno, pues debo decir que gracias a la insensatez e irresponsabilidad de pequeñas editoriales, los nuevos autores se dan a conocer y dan sus primeros pasos. Sin irresponsables ni insensatos la historia de la literatura no sabría de unos cuantos genios y, desde luego, nuestras vidas no serían las mismas. Pensadlo.

No, no me estaba comparando con los grandes genios de la literatura universal. Lo que decía es que hay gente que ve algo en tí y en tu trabajo, que se toma su tiempo en valorarlo y que arriesga su dinero en darlo a conocer. Sin esas personas, las artes no hubieran avanzado y el mundo seguiría estancado en la era de la rueda, la palanza y la polea ( literariamente hablando).

Por fortuna para un servidor, Orcinny Press es una de esas editoriales.

Conocí la editorial en la presentación de "El final del duelo", de Alejandro Marcos Ortega (novela fantástica que me encantó, por cierto, y que os recomiendo encarecidamente). A medida que pasaba el tiempo fui comprando los libros que editaban y fue gustándome su línea. Además el editor, Hugo Camacho, parecía un tipo simpático y accesible.

Así que les dí tanto la brasa que accedieron a echarle un ojo a mi historia... y aquí estamos.

Espero que, para final de año, la novela esté a la venta y podáis comprarla para vosostros y también para regalar en navidades. Ya sabéis lo que siempre digo: si os gusta, regaladla a los amigos. Si la odiais, regaladla a los enemigos.

Pero hacedme rico y famoso.

Y ahora, amigos y amigas del murciélago, os dejo. Si os parece bien compartid esto en facebook o en el resto de redes sociales. Me echaríais una mano. A cambio pasaos por AQUÍ o descargad mi antología AQUÍ y no os vayáis con la manos vacías. ¡GRATIS, por supuesto!

Estoy dosificando el spam para no haceros sufrir mi ego más de lo indispensable. Espero que sepáis perdonarme si me pongo pesado. ¡Pero alguien tiene que hacerlo!

¡Un abrazo a todos! 

miércoles, 24 de junio de 2015

EDWARD PAGE MITCHELL Y EL ESPECTROSCOPIO DEL ALMA.



Los que conocéis el blog ya sabéis que soy un ávido lector y coleccionista de relatos de cualquier género. Pero como las antologías de relatos jamás han estado entre los best-sellers, la búsqueda a veces se hace algo tediosa.

Esto no me ocurre con los géneros fantástico y de ciencia ficción. Por suerte Barcelona está bien surtida gracias a la librería Gigamesh y a ese maravilloso pasillo de saldos, stocks y segunda mano, donde uno puede encontrar una gran variedad de libros de cuentos de clásicos del Sci-Fi, muchas veces a buen precio. A lo largo de los años, Gigamesh me ha ayudado a reunir una buena colección de relatos que me han entretenido y sorprendido y que han nutrido mis conocimientos sobre el arte de la narrativa.

http://www.orcinypress.com/producto/el-espectroscopio-del-alma/

"El espectroscopio del alma" de Edward Page Mitchell fue una de esas compras que se hacen con desconocimiento, un poco por instinto, un poco por azar, y que después te hacen sentirte orgulloso de tu fino olfato de sabueso.
Aquel día iba con bastantes prisas y sólo me pasé por la librería para curiosear las novedades y después salir pitando. Pero quiso el destino que ese día de marzo, que en principio se presentaba soleado, se fuera tornando gris hasta que, justo cuando salí por la puerta de Gigamesh, empezó granizar (sí, granizar, lo juro). Y mientras dejaba correr los minutos contemplando como la gente corría a guarecerse en cualquier sitio, yo decidí, con un suspiro de satisfecha resignación, volver a la librería.
En ese momento se presentaba "El final del duelo" de Alejandro Marcos Ortega, publicada por Orcinny Press (novela que recomiendo encarecidamente). El editor también hizo una breve presentación de "El espectroscopio del alma", del que ahora hablaremos.

Si fuera supersticioso diría que los dioses del Sci-Fi lanzaron sobre mí una granizada para que saliera de Gigamesh con aquellos dos libros. Si eso fuera posible (me declaro agnóstico), les daría las gracias por los buenos ratos que su lectura me ha proporcionado.

Sobre la biografía de Edward Page Mitchell no me extenderé demasiado porque para eso podéis leer el estupendo prólogo que viene incluido en el libro o acudir a la wikipedia. Baste decir que se considera un clásico de ciencia ficción moderna. Hablamos de un caballero del siglo XIX que escribió sobre máquinas del tiempo y hombres invisibles antes que el mismísimo H.G. Wells.

Es cierto que hablando de ciencia ficción, el contexto histórico, cultural y social de la época determinan en gran medida la importancia de la obra de un autor, y Mitchell no es una excepción. Pero yo no soy historiador, ni tampoco un teórico del Sci-fi y esto no es una convención de género.
A mí me interesan los relatos en sí mismos. Y a eso voy.

Ya había leído dos de los cuentos más famosos de este caballero, puesto que se han incluido anteriormente en otras antologías de varios autores clásicos de C/F. Se trata de "El hombre de cristal" y "El reloj que retrocedía". Son precisamente estos relatos los que dejan más patente el carácter innovador de Mitchell, pues son anteriores a H.G. Wells (repito) y hablan de máquinas del tiempo y hombres invisibles. En todo caso, siendo muy interesantes, son los relatos más serios del libro y, aunque queda claro que el autor se anticipó a su tiempo cuando los escribió (y esto no es moco de pavo), a mí me resultan más convencionales en cuanto a narrativa. Al fin y al cabo, si Mitchell se anticipó a Wells con los viajes en el tiempo, otros se anticiparon al propio Mitchell. Y en cuanto a hombres invisibles, el tema se ha abordado muchísimo antes (aunque no desde una perspectiva científica sino más bien fantástica).

Han sido el resto de cuentos incluidos en la antología de Orcinny Press, los que me han fascinado, revelándome la personalidad de un autor verdaderamente imaginativo y juguetón.
Sus cuentos son interesantes, entretenidos y muy muy divertidos.

El tono general es humorístico, satírico en muchas ocasiones y el estilo se acerca a menudo a la crónica periodística donde generalmente el narrador es una especie de escriba (o testigo) que nos transmite la increíble historia del protagonista sin apenas participar en la acción. En ese sentido vale la pena señalar que sus relatos solían publicarse de forma anónima en periódicos, como si de noticias se tratara (de nuevo os remito al prólogo). Independientemente de este detalle, los cuentos funcionan a la perfección ciento treinta años después de ser escritos, y su prosa es clara y bastante directa para tratarse de un escritor del siglo XIX.

De hecho, narrador y protagonista (o ambos cuando coinciden) suelen usar la voz de un caballero ilustrado, con cierto grado de conocimientos y educación que, en muchas ocasiones me ha recordado al Asimov más satírico de “Azazel” o al Arthur C. Clark más irónico y gamberro de “La taberna del ciervo blanco”, por citar dos referencias (grandes referencias, por cierto) más modernas.

La trama suele desarrollarse cuando el héroe se enfrenta a un problema irresoluble, forzado por las circunstancias, y debe acudir a pedir auxilio a un científico, que le trata como un ahijado, para resolver su problema. En ocasiones el antagonista también es un hombre de ciencia y sus tesis entran en conflicto con las creencias del protagonista. En todo caso, la figura del “sabio”, ya sea como mentor o villano,  está presente en la mayoría de relatos. Y os aseguro que los buenos “doctores” y “profesores” no tienen desperdicio. Sus teorías están tan bien argumentadas en su forma como disparatado es su contenido, lo cual provoca resultados de lo más hilarante. Los discursos científicos o filosóficos de los personajes son prolijos, pero comprensibles y sumamente divertidos. Delirantes, logran suspender la incredulidad del lector gracias al ingenio y la ironía. ¿Ejemplos breves?

1)      Jean Marie Rivarol, cuyos extravagantes inventos y soluciones para librarse de sus acreedores son dignas de una película de los hermanos Marx.

2)      El profesor Surd, cuya hija se llama Abscisa (la combinación de nombre y apellido nos lleva indefectiblemente a la palabra “Absurd”) que desprecia a todo pretendiente de su hija que no tenga una mente matemática.

3)      El profesor Dummkopf, que nos detalla como cambiará el mundo cuando por fin consiga fotografiar y analizar el alma humana, y que pierde la cabeza (¿o es el cuerpo?) cuando uno de sus experimentos falla.

4)      Los doctores Schwank y Diggelman, obsesionados con practicar trepanaciones.

5)      El señor Daniel Webster Wanlee, político cuyo discurso va más allá del veganismo puesto que considera que los vegetales también son seres sensibles.


Hasta cuando se pone serio, Mitchell llena sus párrafos de alusiones humorísticas a las manías y obsesiones de estos eruditos. Sin duda era un hombre culto, que sentía fascinación y curiosidad por la ciencia y la sociología, pero tenía la suficiente lucidez como para reírse del esnob mundo académico de la época.

No sufráis los impacientes. Sus páginas no están llenas de interminables y densas descripciones atmosféricas, tan comunes en los relatos de la época. La narración tiene un buen ritmo y no se hace pesada. Los desenlaces son imprevisibles y, en muchas ocasiones, los relatos finalizan de un modo abrupto que en otro tipo de cuentos resultaría demasiado forzado, pero que aquí, debido al tono general que raya el disparate, quedan perfectos.

En definitiva sus relatos demuestran una gran técnica narrativa, además de ingenio e imaginación. Y un finísimo sentido del humor que ha sido el pequeño extra que me ha enamorado.

Sin revelar ni resumir la trama de ninguno de los cuentos (se disfrutan mejor si no se sabe de qué van), debo decir que mis favoritos son “El taquipombo”, “El experimento del profesor” y “Nuestra guerra con Mónaco”, por ser los relatos más descabellados, refrescantes y dementes que he leído en mucho tiempo.

Cuentos que son pequeñas joyas donde se mezcla la especulación científica, filosófica o social, con el desenfreno de la comedia de enredos.
En mi opinión, una antología muy recomendable tanto si eres lector de ciencia ficción, como si no.

Buscadlo, compradlo y disfrutadlo.

Ahora, aunque sigo declarándome agnóstico, voy a encender otra vela a los dioses del Sci-Fi. 
¡Que sigan descubriendome maravillas toda la vida!



miércoles, 25 de marzo de 2015

REGALO: CUATRO CRISIS. DESCARGA GRATIS

Hola, amigos del murciélago.

Como llevo mucho tiempo ausente, sin ofreceros nada, he decidido regalaros CUATRO CRISIS, mi libro de cuentos.  Lo podéis descargar gratis en formato epub totalmente libre, podéis pasárselo a un amigo, comentar por ahí, recomendar en vuestros muros y blogs, maldecirme o lo que queráis.

Os doy permiso para todo ello, siempre que no saquéis beneficio económico (¡Si no lo saco yo, que no lo saque nadie!). Sólo os pido que por cada descarga le déis al icono de facebook o twitter para hacerme un poquito de promo ¿de acuerdo?

Pues allá va:. ¡Pinchad sobre la imagen!


https://dl.dropboxusercontent.com/u/71032261/CUATRO%20CRISIS%20-%20SERGI%20ALVAREZ.epub



Y, amigos míos, ahora que he terminado un proyecto muy personal que me ha supuesto mucho tiempo y esfuerzo, espero ir colgando más cuentos. Aunque no puedo prometeros uno a la semana, como antes, puede que me pase a saludaros de vez en cuando.

NOS LEEMOS